lunes, 29 de octubre de 2018

PEQUEÑO ENSAYO SOBRE LA FE (Reflexión trasnochada)



Tuve un amigo que creía que podía atraer el viento con el pensamiento, tuve una novia que creía tener una relación especial con el agua y que podía atraer la lluvia, también leí algo sobre un tal Midas que convertía en oro todo lo que tocaba,  leí un libro malísimo que decía que atraes lo que piensas, en mi pueblo se cree que las mariposas nocturnas atraen la muerte, creemos tantas cosas sin hechos, cuando los hechos más obvios saltan a la vista, como de esa ex novia de la cual podía sentir su deseo estando en otra habitación, o el amor de mis perros, la certeza de que no podre dormir alguna de estas noches…y la paz instantánea con un toque de mi madre.
Los niños tienen convicción plena de lo que se imaginan, sin vulgarizar sus creencias tratando de convencer a otros de que lo que creen es la verdad,  y sin embargo no llegan a ser de adultos lo que imaginaron, ni a tener lo que soñaron, la fe es un motor que nos empuja hacia un lugar mal llamado  destino, que casi nunca es lo que esperamos ni en nuestra más pesimista fantasía.
No hablo de la fe sobrenatural, que merece todo un capítulo aparte, hablo de la fe como chispa impulsora de cada una de nuestras pequeñas decisiones diarias, que en su conjunto día a día, semana a semana, mes a mes hacen la vida que tenemos en el único tiempo indiscutible: Hoy y Ahora.
¿Por qué desde que abrimos los ojos hacemos lo que hacemos? ¿Por qué levantarnos de la cama? ¿Por qué desayunar o tomar una ducha? ¿Que impulsa a que dejemos ese lugar maravilloso donde habitan los sueños y embistamos si ningún propósito este otro lugar mucho menos complaciente?, la fe, la fe pequeña sobre cada acto.
Fe es el cerrar los ojos con la certeza de volver a abrirlos, es dar cada paso con la certeza de que se apoyara en suelo firme, fe es beber agua seguros de que es agua, fe es cada parpadeo, por que nadie ni nada puede asegurarte jamás si ese micro viaje a la oscuridad será con boleto de retorno.

DOÑA JULIA (Vivencia cercana)

  Doña Julia llevaba más de siete décadas vividas en esta tierra y en esta vida, llevaba también cinco hijos, y más de una docena de nietos,...